Una noche en la playa. [Adam]

Llegue a la playa para relajarme un rato fuera de casa, no quería estar allí encerrada las veinticuatro horas del día, me quite los Zapatos y me acerque a la orilla. - Mmm.. No esta tan fría.- Me metí mas adentro pero sin empapar los pantalones. Cerré los ojos un rato para poder pensar tranquila, aunque, no quería estar sola, quería estar con alguien que por fin no le eche la culpa de todo lo que le había ocurrido a sus padres y de recordar-le siempre la cruda realidad.

No estaba en la ciudad, ¿para que tenia que estarlo? No había nadie que realmente fuera de mi familia ni que se preocupara por mi, salvo Juliet quien me había hospedado en su casa pese a todas las negativas que pude darle, no había nadie a quien tuviera que pedirle explicaciones, ni hacerle respuestas para adivinar las respuestas que necesitaba tanto, asi que me apariencia curiosear por aquí y por allí, hacia un poco de frió y harto de el junte las manos en una palmada y al extenderlas el aire comenzó a moverse, calentándose y proporcionándome una temperatura mas agradable, en estos momentos no envidiaba mi falta de "humanidad".

Mis pasos me condujeron a una playa, desierta aparentemente, donde el fino aire movía la arena de la superficie, observe a una chica, aparentemente de mi edad, quizás un poco mas, las mujeres siempre parecen mas jóvenes de lo que son, al menos con las dos que he visto ha pasado eso, claro que sabiendo lo que eran ni me extraña, me acerco con lentitud y metiendo mis manos en los bolsillos decido de abrir.

-¿No tienes frió? Es pleno invierno. -sonreí y me acerque un poco mas a ella. -¿Puedo saber el nombre de tan bella dama?

Seguía con mis pensamientos sobre mi ``Familia´´ cuando de repente escuche la voz de alguien, me gire y vi a un chico en la orilla.- No, supongo que estoy acostumbrada al frío.- le dije algo tímida mientras él se acercaba hacia mi.- Stella - Mirando sus ojos azules preciosos, no pude evitar sonreír- Stella Nalapsi ¿y tu?, ¿Eres...?.-

Me gustaba usar mis poderes, pero al mismo tiempo me exponían demasiado, los humanos no tenían que saber de mi existencia como yo tampoco debía de dejar que ellos la supieran, pero sabiendo que cualquiera era un vampiro, un licantropo o una maldita hada de los bosques ya dudo de que los humanos existan, al menos se que soy unico, algo es algo. El viento agita mi pelo y este se mueve levemente, me gusta tenerlo agitado, ademas me queda bien o eso creo, no soy quien para opinar, no seria objetivo y no es de buen caballero el alagarse a uno mismo, asi que simplemente lo dejo correr y nunca mejor dicho.

-No me gusta el frió, aunque es mejor que el calor, pero pillaras hipotermia si decides meterte, al menos sin que calientes antes el agua. -yo podía hacerlo, aunque tampoco era gran cosa y no tenia demasiadas ganas de bañarme, luego escuche su nombre a lo que con otra sonrisa hice una reverencia y a continuación me presente. -Me llamo Adam, Adam Anderson, un placer conocerte. -dije tomando su mano y besándola. -¿Y que hace una amante del frió en mitad de una playa? Pensaba que aquí no habría nadie.

No quería pensar el cabreo que cojera mi tío cuando mañana no me vea aparecer por ahí, pensaba quedarme toda la noche por aquí. Joder, menuda vida .Siempre me pregunto el por que de las cosas... Hay gente que dice que es el destino, ¿pero siempre el destino tenia que hacerme malas jugadas?. Extrañaba a mi madre, quería verla, aunque fuese solo una vez.

-¿Calentar el agua? ¿Y como se hace eso? - le mire riendo- Encantada Adam - me cogió la mano y me la beso, la verdad nunca lo había hecho nadie - Vaya, que caballeroso -sonrío algo colorada- Pensar, salir de esa casa de... -baje la vista- Pensar, Pensar... -Sonrío y levanto la vista-

Observe detenidamente a mi acompañante error que no volvería a hacer, siempre tengo que fijarme antes en los detalles y en el todo, antes siquiera de entablar conversación o contacto, es lo primero, tengo que saber que sensación me da y en caso de ser necesario como evitar salir dañado y dañar lo máximo, pero siendo una mujer, mis defensas bajan al nivel mínimo y me vuelvo una especie de siervo casi. Es pelirroja, detalle que ya sabia aunque no me había parado a verlo, realmente me gusta el color rojo ese y el castaño, aunque bueno, no cambiaría por nada del mundo mi color, por algo nací con el.

Noto también su sonrisa, una bonita sonrisa que muestra también unos dientes cuidados, me detengo durante unas milésimas de segundos durante su cuerpo, debo de tener una suerte de un trébol de cuatro hojas porque no hago mas que encontrarme con las mujeres mas bellas que he visto en toda mi vida, aunque claro, hayan sido ellas las únicas, de nuevo vuelve a ser algo triste pero feliz, feliz pero triste. Decidí hacer una estupidez que no haría mas, pero mira, si quería saberlo que lo supiera, no me iba a preocupar por mantener una fachada de mentiras, soy lo que soy y quien quiera matarme por ello adelante, pero que sepa que luchare por mi vida como el que mas.

Junte inmediatamente con una palmada las manos y de ellas salio una especie de sonido agudo, no molesto, simplemente eso, agudo, y toque la superficie del agua, varios rayos azules salieron de mis manos y el agua comenzó a mostrar un claro vapor de agua, lo que hice fue muy fácil, hice vibrar las partículas del agua tanto que se calentaron y comenzó la superficie a evaporarse en definitiva un gran baño termal.

-Mas o menos asi. -sonreí mientras me agite el pelo con una mano y respondo a su comentario. -Lo siento si te ha incomodado me sale solo, intentare contenerme. -suspire y me encogí de hombros. -Ahora si podrás bañarte.

Era extraño, pero me gustaba, una nueva sensación rara que tenia por primera vez y supongo que la ultima.

Observe que me miraba y sonreía, yo se la devolví. En ese momento quería que se quedase toda la noche, así que lo iba a intentar.

Me quede de piedra, Adam estaba haciendo que el agua se evaporase... No podía creerlo en unos momentos me quede quita. A los dos o tres segundos dio señales de vida.
-Esto... Esto es!... - Miré a Adam- A sombroso - Sonrío-

Quería hacer lo que me propuse, que se quedase conmigo, su compañía era la mejor que ha tenido hace varios meses. Sale del agua y me gire.

-¿Quieres bañarte? - y ya que estaba a un poco lejos lo mire de arriba a bajo sin que se notase demasiado. Ojos azules, sonrisa perfecta, pelo con un poco de melenita castaño y despeinado [Aun que le quedaba muy bien], de mi altura... En fin un chico poco normal, me gustaba.

Tampoco hice gran cosa, siendo realistas no había conseguido aun mover ni transmutar grandes superficies de cualquier elemento en otra cosa sin perder todas las energías y eso en una batalla no servia de nada, y aquí tampoco lo había conseguido, apenas calenté unos cien metros a la redonda de agua y eso es porque hay mucho, es mas difícil transmutar algo cuanto menos cantidad hay de el y mas lejos esta de tus manos asi que fue mas un juego de niños que otra cosa, el asombro de la chica me decía dos cosas, no era de mi raza, asi que ya descartaba la existencia de otros como yo o al menos que compartieran una especie de magia conmigo, y luego arrojaba la duda de si era humana o una simple vampiresa, no pude percibir ni hierro, ni hidrógeno en su aroma, asi que descarte eso, porque o no había comido reciente o no se bañaba en sangre.

-No es nada, es básicamente química. -ya... química. -¿Bañarme? Pues... -no tenia pensado hacerlo pero que podía perder, si acaso el mojarme la ropa y ni siquiera eso, pero si ella no tenia pensado hacerlo como que bañarme tampoco apetecía tanto. -No me he traído bañador pero creo que eso podría solucionarse. -junte de nuevo las palmas de mis manos y tras aquel sonido agudo puse una de mis manos sobre mi ropa y esta comenzó a transformarse en un bañador. -Vale, el agua estará caliente pero no creas que no se nota la temperatura que hace.

Quiero estar contenta, quiero reír, quiero estar bien y dejar a un lado el pasado.
Me hace reír, me alegra. Lo escucho y le observo con una sonrisa. Pero no puedo mentir, no a mí misma, lo que estaba haciendo no era normal.

-¿ Quí...?- No acabé de decirlo y se cambio con una simple palmada se cambio- Que... ¡Que fuerte! ¿como lo haces?- La verdad tenia mucha curiosidad en saberlo- Pues al agua se dice.. -

Empece a quitarme la ropa quedándome en bañador y entre corriendo por que hacia frió y su ultima frase `` el agua estará caliente pero no creas que no se nota la temperatura que hace. ´´ Tenía mucha razón.

Aunque el agua estaba caliente podía notarse el frió que había y el contraste entre la superficie del agua y el interior del mismo, pero tampoco importaba mucho, era relajante y no quería nada mas, observe donde estaba, no parecía haber ninguna carretera ni otro camino, asi que presupuse que estábamos solos, esto podía ser como las películas americanas, en las que dos personajes se enrollaban entre ellos y el asesino del lago maldito les mataba, claro que aquí no iba a pasar nada, que se le va a hacer, la vida no es tan carmesí como algunos la pintan.

Me hundo en el fondo del agua y tras unos segundos salgo al exterior agitando mi cabello, escucho lo que mi acompañante, sorprendida lógicamente dice, aunque no voy a rebelarle mi identidad total le diré una mentira piadosa.

-Si un mago no dice sus secretos yo tampoco, solo juego con la química. -observe como se desvestía y se quedaba en un bikini, de haber sido un anime hubiera sangrado por la nariz hasta desmayarme, pero intente que el rubor de mis mejillas se viera anulado, o al menos que fuera lo menos notable. -Pero si quieres ver algo mas llamativo observa. -junte mis manos y tras ese sonido, otra andanada de rayos salieron de estas hacia el agua.

En un rápido movimiento el agua se elevo en una gran columna de unos veinte metros, manteniendome suspendido desde lo alto.

-¡Vamos, que el agua no muerde!

Me recogí el pelo con una coleta, para que cuando vuela a la superficie no se me quede todos los pelos en la cara. Me sumergí dos segundo y cuando subí a la superficie mi pelo se había oscurecido.

Respondió a mi pregunta con mucha razón, además, no quería ser muy metida en los asuntos de los demás, quedará en un simple misterio que capaz tarde o temprano lo descubra. - ¿El que? -Digo riendo-

Cada vez me sorprende mas...
-Supongo que no, no muerde - rió.

Pude apreciar como el cabello rojo fuego que la chica poseía se apagaba levemente al contacto del agua, curioso la verdad, y casi sarcástico, mientras estaba en lo alto de aquella columna que se deshizo a los pocos segundos y me dejo donde estaba ella observe su cuerpo, bastante bien formado, y un rubor se fijo en mis mejillas por lo que me sumergí hasta la altura de los ojos y solté unas cuantas pompas de aire intentando que mis pensamientos se frenaran, ¿desde cuando yo pensaba asi? Y mas delante de la propia mujer, no no no, yo no podía hacer eso, y tras unos segundos ascendí a la superficie.

-Y puedo saber que hace una chica tan bella en este lugar, si llego a saber que aquí habian mujeres en bikinis igual vendría mas a menudo, si supiera exactamente donde estoy... -tenia amnesia y era demasiado molesta, al menos sabría llegar de aquí a casa de Juliette, o al menos eso espero. -El agua no, pero yo puedo morder. -dije bromeando con una gran sonrisa.

Me sonroje, Adam no me quitaba el ojo de encima. Contemple como las columnas que se habían elevado se deshacían y volvían al agua dejando ondas.
Volví a mirar sus ojos... Eran hechizan-tes...

Me acerque a él poco a poco mientras le sonreía- Yo estoy aquí casi siempre... Es mi lugar preferido.- río- El único lugar donde los imbéciles de mis tíos no me encontrarían.- sonrío y llego justo enfrente de él- Yo me dejaría...-

Por sus palabras pude entender que tenia problemas con sus tíos, y también deduje, aunque esto me lo calle, que probablemente o no tenia padres o vivía con sus tíos o tampoco había que ser tan pesimistas, quizás solo tuviera problemas con sus tíos, y no fuera nada mas grave, tiendo a ponerme bastante pesimista en muchas ocasiones, lo triste es que suelo acertar.

-Y es un lugar muy bonito. -comente mientras iba a formular otra pregunta. -¿Tienes problemas con tus tíos?

Luego se acerco a mi, en ese momento me sorprendí, pues claro, y mas por su respuesta, yo solo bromeaba, pero ella no parecía tener inconveniente alguno en que lo hiciera, de hecho parecía como si lo estuviera pidiendo a gritos, solo es mi imaginación, solo eso.