Una noche para distraerme [Thomas J. Diatlov]

Estaba de un humor extraño ese día. Tenía ganas de salir a divertirme, distraerme, quizá hasta pasar la noche con un humano. Pero contradictoriamente no podía moverme de mi cama, se estaba demasiado bien en la oscuridad de mi habitación, y a veces la pereza era más grande que yo y se apoderaba de mi. De pronto llego un mensaje a mi celular, lo leí con los ojos entrecerrados, casi adormecida, decía algo así como: “nos vemos esta noche”. Suspire, maldición, había olvidado por completo que tenía que encontrarme con un tipo en uno de los pubs. Prometí recordarme no volver a dar mi número a nadie, a menos que valga la pena. Con un enorme bostezo, me obligue a levantarme a regañadientes, parecía que no iba a quedarme en casa esa noche. Me vestí con lo usual, un polo corto oscuro, unos jeans ajustados y tacos.

De camino al antro, como me gustaba llamarlo, compre un paquete de cigarrillos y encendí uno para matar el tiempo. No era una noche fría por suerte, no me gustaba nada en exceso, ni demasiado calor ni mucho frio. Camine con las manos en los bolsillos, perdida en mis pensamientos. Inevitablemente pensé en que ya había estado en ese lugar antes, no había cambiado nada desde la última vez, aun seguía sola, conformándome con las noches de fiestas y resaca, aunque no me quejaba.

Entre al lugar, el ambiente estaba cargado. Las personas bailaban frenéticamente con movimientos para nada coordinados. Respire el aire con una sonrisa, había hecho bien en salir. Le di una calada al cigarro y me senté en uno de los muebles distraídamente. Bueno, esperaba que el haber salido de casa no haya sido una pérdida de tiempo, algo bueno se podría hacer.