Under the Past [Katherine]

¿Donde estoy? Gran pregunta, y no se responderla, lo ultimo que recuerdo es...nada, es extraño, lo unico que mi mente me permite ver es una gran luz blanca, aparece y desaparece con fuerza y rapidez, el simple hecho de intentar ver que hay tras aquella luz hace que me arda la cabeza, de tal forma que automáticamente me llevo las manos a la cabeza mientras un profundo grito de dolor sale de mi boca, pierdo las pocas fuerzas que tenia y caigo de rodillas al suelo, ¿que me ha pasado? Intento buscar algo que me diga lo que me ha podido ocurrir, pero nada sale de mi mente mas que esa sensación y mi cerebro instintivamente evita que eso suceda alejándome de esa pregunta y devolviendome con otra punzada al mundo real.

Mi visión se ha nublado, solo veo figuras borrosas algo pequeño pero frió cae del cielo, o al menos eso es lo que veo, me froto los ojos lentamente, mientras el frió comienza a cubrirme y a despertarme amargamente, no me gusta demasiado el frió, aunque es mejor que el calor, mas fácil librarse de el, llevo una chaqueta negra, bajo ella un jersey y una camisa negra por lo que en este ambiente inundado de blanco por aquellos pequeños puntos que bajan desde lo alto del cielo y con lentitud se posan unos sobre otros en las calles y en los tejados, el ruido de esta ciudad me es familiar, no sabre que hago aquí ni donde estoy, pero estoy seguro de que esto me suena, he estado aquí, de eso estoy seguro, la pregunta es donde exactamente. Con lentitud apoyo uno de mis brazos en la pared, y con un leve quejido me levanto, mi ropa no parece estar sucia ni manchada, por lo que puedo presuponer que acabo de llegar aquí o que el ambiente me ha tratado excelentemente, ladeo la cabeza hacia todos los lados, veo frente a mi un callejón, quizás lleve al exterior, tras mi no hay mucho mas que bifurcaciones de calles sin sentido, para mi.

-¿Y ahora a donde voy? -pregunto en un murmuro, no lo se, simplemente avanzo hacia ningún lugar, con la sensación de que estoy en un lugar hostil, al no saber quien puede buscarme o para que.

No soportaba ni un solo minuto más dentro de la casa, me encontraba caminando de un lado a otro sin saber qué hacer, mientras los demás integrantes del clan programaban el siguiente ataque, no me apetecía estar presente en esos momentos, tantos conflictos hacían que mi pobre mente quisiera salir corriendo, solo necesitaba tranquilidad, un tiempo para pensar, un tiempo para mi.

Sin dudarlo mucho, tomé mi chaqueta y salí de la casa a paso rápido, creo que nadie se percató de mi ausencia y mejor así, sino debería rendir cuentas de por qué me iba de esa manera y por qué no participaba en las reuniones para planear estrategias y demás; si ellos supieran lo cansada que estaba de ese tipo de cosas, no era que no defendiera el honor de mi clan sino que a veces no tenía ganas de luchar contra nadie, solo quería estar en paz y sin problemas.

El clima era frío, pero mi cuerpo no lo sentía, amaba esa temperatura, me gustaba caminar por las calles desiertas de la ciudad en esa temporada del año, los humanos se escondían en sus hogares refugiándose del frío mientras yo era libre para poder hacer lo que quería. Cuando llegue a uno de los callejones de la ciudad divisé a una persona que se agarraba de la pared, luego se incorporaba y comenzaba a caminar, sin saber de quién se trataba me acerqué sigilosamente. -¿Te encuentras bien?, ¿necesitas algo?- pregunté de manera cortés.

Apenas podía pensar con claridad, imagínate lo que me estaría costando el moverme, mi respiración era agitada y forzosa, aunque podía caminar mantener la compostura me estaba costado horrores, tampoco sabia donde ir, pero quedarme parado era lo peor que podía hacer, conocía los riesgos de que mi cuerpo se enfriara, y si eso ocurría podría desmayarme de nuevo y siendo asi, podría no tardar mucho en entrar en shock. Mi agitado pelo parecía moverse conmigo e incluso al son del frió viento. Intente forzar a mi mente a soltar prendas sobre donde diablos podría vivir, recordaba la casa, la fachada e incluso el numero, pero a mi mente no venia mas recuerdos, y daba gracias porque si seguía forzando la maquina no se rompería pero haría que deseara morirme.

Tras unos segundos pude notar como la gente que debía de estar aquí había desaparecido, no había nadie y eso me preocupaba bastante mas, aunque era normal, con el frió que hacia el unico que debiera de estar fuera era yo, curiosamente yo no era humano, no tanto como cualquier persona, yo era especial aunque eso me había costado muy caro, no tuve una infancia buena, ajena de cualquier contacto humano que no fuera el que me proporcionara una pelea, era incluso hasta triste pero irónico que aunque me metiera en tantos líos tuviera tantos modales que incluso podría parecer algún noble o aristócrata. Alguien hablo tras de mi, apenas podía escucharlo sin evitar ese especial retardo que probablemente el cansancio provocara.

Lentamente gire sobre mi mismo para ver de quien se trataba, era una mujer, muy bella, algo que hizo que musitara una pequeña risa, era la señal que necesitaba para desmayarme, el cansancio acumulado y que sentía como la sangre se filtraba por mis pulmones hacían que directamente quisiera desmayarme y pese a mis esfuerzos creo que acabe haciéndolo, no sin antes pedir que hiciera una cosa.

-No es...nada... -conseguí musitar antes de desmayarme totalmente, y justo en el impacto contra la nieve un poco de sangre se escapo por mi boca, hasta ahora no había notado lo mucho que me ardía el pecho.

El chico no respondió de inmediato pero por mi propia seguridad no me acerque demasiado. Pensemoslo de esta manera: era invierno, nevaba mucho, los humanos estaban dentro de sus casas y los indigentes que podían encontrarse en las calles probablemente ya estarían casi muertos, pero sabía que recurrían a los refugios así que eso tampoco corría. Podía entender que a pesar de las bajas temperaturas hubiese gente en la calle pero no en plena tormenta de nieve, y no a esas horas, así que algo era extraño o quizá yo estaba tan acostumbrada a los problemas que ahora solo quería escapar de ellos y no involucrarme en ninguno.

Lo observé a una distancia considerable y como no me respondía, me acerqué un poco más; no se trataba de un vampiro porque de ser así mi olfato lo hubiese distinguido, sabíamos si un enemigo andaba cerca y eso era una ventaja porque podíamos prepararnos para defendernos, pero eso solo pasaba con los vampiros y hombres lobos...y no eran los únicos seres de los cuales debíamos defendernos, por ese motivo me anduve con mucho cuidado. Tras sus palabras , las cuales sonaron agotadas y sin fuerzas se desplomó sobre la nieve.

De inmediato actué, lo tomé en mis brazos, ya que podía hacerlo sin problemas y lo llevé bajo un pequeño techo que había al final del callejón para que la nieve y el frío no nos dieran en la cara. Me agaché junto a él y lo miré unos segundos, era joven o al menos eso aparentaba, y se veía muy mal. Lo movía un poco tratando de que despertara o reaccionara de alguna manera ya que no podía hacer mucha cosa más.
-Despierta...- dije mientras tocaba su rostro.

Cuando perdí el conocimiento todo parecía ir mejor, seguía estando en un lugar oscuro, pero al menos no sentía el frió, no sentía nada, y quizás era aquí, dentro de mi propia consciencia donde mis recuerdos albergaran la esperanza de ser recuperados, me encontraba en un gran vació y no estaba solo, al menos no era yo aunque si era exactamente igual a mi el que me observaba, ¿ había llegado al cielo y tenia que pasar alguna prueba o algo por el estilo? No lo sabia, como tantas otras cosas, intente preguntarle que estaba ocurriendo, quien era el y que era este lugar, no hubo respuesta alguna ni siquiera parecía respirar o ser algo vivo, inmediatamente adopto otra forma, deshaciéndose en un cumulo de sombras para transformarse en otra persona, mas grande, mas corpulenta y aunque no podía ver su rostro algo me decía que corriera, que no debía de estar ahí, tenia que salir cuanto antes.

-Pronto, pronto... -dijo algo mas que no pude escuchar. -Pero tendrás que despertar antes. -me dio un pequeño golpe con el dedo corazon, yo lo sentí como si me derribara una bola de demolición y tal como el dijo, volví a la realidad, aunque no de la forma tan cariñosa que yo esperaba.

No estaba en el mismo lugar, o al menos el frió había disminuido, sentí en un pequeño instante como si alguien me hubiera desgarrado los pulmones con violencia y como mi sangre comenzaba a introducirse por ellos, antes de que fuera a mas junte las manos rápidamente y las puse sobre mi pecho, tras una pequeña sucesión de rayos azules la sangre que había entrado hizo una fina capa de proteccion para evitar que se filtrara al interior, seria provisional y desaparecería en un breve periodo de tiempo, cuando la herida sanara, tras unos segundos que merecía para respirar observe a mi acompañante, al menos lo intente la visión se me nublo momentáneamente, tenia el pelo largo y de un color oscuro era lo mas que podía apreciar, tras unos instantes, mi visión se aclaro definitivamente era una mujer muy bella.

-¿Un ángel? -fue un pensamiento irracional, pero ya ni sabia donde estaba quizás si había llegado al cielo.