Scream from the pleasure, unmask your desire

Solté una risa contra su piel dejando que mi propio aliento hiciera el trabajo en la piel manchada de AnneK. No hay nada mejor que un humano saciando nuestra sed, sobre todo si es un niño respondí dejando suaves mordidas en el recorrido desde su cuello hasta el inicio de su escote.
Sentía el sabor de la sangre mezclarse con el propio sabor de la vampiro, era una sensación única, algo que podía disfrutar sin importar las consecuencias, ni el momento levante mi vista para buscar a Benjamín, seguía en el mismo lugar, casi sin fuerzas al vez después de todo si le quebré más de algún hueso. Lástima y yo que tenía ganas de seguir con mi juego y el muy idiota resulto ser más frágil que una niña. Bufé molesto y separe el cuerpo de AnneK casi de golpe.

Camine hasta Benjamín, agachándome hasta quedar a su altura una mirada de asco apareció en mi rostro y negando varias veces con mi cabeza me volví a levantar tomandolo de los pies, arrastrándolo por el lugar hasta dejarlo frente a Brenda No vas a decirle nada, antes de que se convertía en el bocadillo dije divertido, saboreando cada momento en el que sus ojos se posaban en los míos llenos de rabia y pánico. Espere un poco, pero no hablaba, ninguno de aquellos humanos emitía palabra alguna. Me encogí de hombros llevando una mano hasta mi nuca, tirando mi pelo hacia atrás para luego volver a agacharme tomando esta vez a Benjamín del cuello, atrayéndolo hacia mí para clavarle mis dientes. El grito ahogado de Brenda se esfumo en milésimas de segundos y los últimos jadeos del chico se dejaron oír. Su sangre ingreso en mi boca recorriendo cada rincón antes de bajar por mi garganta despertando el deseo de más.

El olor a sangre, miedo y pánico me tenia totalmente perdida de la realidad, no sabía cómo diablos estaba despierta, tome a Brenda de la cabeza y le di un suave beso en los labios antes de morderlos, la sangre se junto en mi lengua, corrió por mi mentón hasta perderse en su ropa, trague ese dulce néctar, para luego morder su cuello, esa vena que tenía todo lo que tenía era mía. La sangre broto a borbotones, la junte con mi lengua otra vez, deje que corriera libre antes de tomarla, mirarla era una fascinación.

Los llantos y los últimos alientos de las víctimas se esfumaron cuando Fred y yo ya nos teníamos en su vida, la solte y la deje caer, lo que una vez fue Brenda ahora era nada más que un cuerpo vacio. Sonreí con ternura, falsa y siniestra. Me gustaba sentir que tomaba la vida de alguien, me hacía sentir con tanto poder.