Sin culpas no hay explicaciones - Frederik

Había ido con Thomas en busca de una buena cena. Por hoy no me apetecía un niño, quizás más tarde dependería del hambre y las ganas que tuviera, aún tenía muchas cosas que hacer dentro de la oficina y aunque tenía el tiempo a veces el ánimo no acompañaba.

Encontré una prostituta, de uno prostíbulo de mala muerte aunque no por eso escogí a la peor, me deje llevar por los aromas y sin duda la rubia tenía el mejor de todos. Quizás su sangre no fuera la que esperaba, tendría ese sabor amargo que provocaban las sustancias ilícitas que usaban los humanos cuando estaban aburridos o creyendo que no tenían nada mejor que hacer, eran tan ilusos, podías venderles hasta harina mezclada con droga y estaba seguro que la comprarían de cualquier forma con tal de saciar aquel vicio. En cambio mi raza, mi puro y delicado linaje prefería el mejor de los manjares, aquel líquido rojo y vivo que los miserables nos ofrecían en un solo pestañar. Una simple sonrisa, actos de caballero o movimientos sensuales de una dama y tenías al humano comiendo de tu mano.
La noche ya había caído y el silencio abrasador reinaba todo el lugar una vez entramos a casa. La sonrisa maléfica reinaba mi rostro en donde solo mis hermanos podían notarla, porque sabían al igual que yo el futuro que les esperaba a todos nuestros invitados, todo marchaba bien, hasta que me encontré con aquellos ojos.

Ese azul intenso que poseían sus ojos me confundía, estaban penetrando mi mirada con una mueca de desaprobación que supe de que trataba, no había que ser adivino, la conocía perfectamente y sabía lo que pasaría más tarde. La cena fue rápida, no la hice sufrir mucho ya tenía en mi mente asuntos que arreglar y esperaba hacerlo rápido, odiaba no poder disfrutar de mi bocadillo como a mí me gustaba, pero aquella chica me podía, siempre lo había hecho. Cruce el umbral de la puerta y salí hacia los pasillos, busque con mi mirada algún indicio de Anya hasta que la sentí en la biblioteca.

Ingresé cauteloso, aspirando el aroma que emanaba aquella chica. Sonreí de medio lado cuando la vi tendida en la alfombra de marrón oscuro. Cerré la puerta tras de mí y comencé a caminar alrededor de la sala, demorando mi llegada hasta su lado. ¿Puedo saber por qué estuviste poco animosa hoy? inquirí en un tono relajado, tranquilo. Sabía la respuesta, pero quería escucharlo de sus propios labios.

En efecto era el y su voz entro en mi mente desplazando absolutamente todo lo que la ocupaba , sus suaves palabras que me hacían perder el control y el enfado, solo que hoy no podía soportar que esto ocurriera los celos me invadían y era evidente que Frederik lo sabía, y mas porque sabe que para mi darle la importancia a un bocadillo , no solo es algo imperdonable si no es una ofensa.

Detesto cuando sus aires de grandeza entran y pareciese que todos estorbamos , detesto cuando me lanza la mirada que me deja sin aliento, y su sonrisa que me asesina … pero fue de eso, precisamente de esas cosas de las que me enamore – La respuesta es sencilla, sabes que odio que traigas mujerzuelas por aquí ... la casa, la familia …. Yo … merecemos respeto – y suavemente muevo mi cabello ; al mirarlo para contestarte guarde la imagen de arriba a abajo, siempre tan perfecto y deseable, comprendo que la pobre chica se hubiese ilusionado si Frederik es un hombre que huele a perfección.

Luego de respirar y de intentar ocultar lo que sentía , que es una hazaña increíble por que parece que soy para el un libro abierto así como el lo es para mi ya no pudo esconderme la insatisfacción de su rostro cuando no aprobaba sus instrucciones o evitaba sonreír con sus comentarios , gire nuevamente hacia el, puse nuevamente el separador en la pagina indicada y junte mis rodillas para quedar cómoda – y dime, que tal estuvo la cena por que de veras que espero que la muerte de aquella prostituta haya sido cruel y dolorosa …. Espero que no me defraudes con tus comentarios – hable totalmente molesta de solo imaginarlo le pregunte lo que quería saber … Frederik como cualquier otro ser siente deseos , y aunque se que hace lo que tiene que hacer para divertirse el sencillo hecho de conocer a alguna mujer que pueda disfrutar de su cuerpo hace que la sangre se me caliente.

Su respuesta solo me hizo sonreír más de lo que ya estaba. Me encantaba verla actuar así, amaba como sus expresiones iban cambiando de acuerdo a la situación, como su mente buscaba y soltaba palabras directas y llenar de sensaciones que provocaban mi propia mente entrara en colapsos. Era una constante batalla la que libraba cada vez que la tenía cerca, no solo por el encargo que se me dio cuando asumí el poder sino por la razón que me volvía más vulnerable, más entregado y eso no podía suceder. Debía mantener el orden de todo un clan y no podían verme en estados así, el respeto y las tradiciones debían mantenerse bajo cualquier circunstancia.

Enfoqué mi vista en ella, estaba recargada sobre sus propias piernas, haciéndola ver como un ser casi indefenso con un aroma peculiar que me cegaba por completo. Sonreí de medio lado al saber que era todo lo contrario a un ser indefenso, era letal, perfecta y una asesina con todas sus letras y me encantaba que fuera así, que reclamara por lo suyo sin ningún pudor, sin que nada le importara solo sus necesidades de las cuales complacía cada vez que me las pedía. ¿Respeto? Anya, eso siempre ha estado, pero sabes muy bien que en mi casa no tengo porque ocultar mis comidas, además todos nos divertimos exclamé restándole importancia al asunto, provocándola. Lleve una mano a mi bolsillo y de pasos cortos me acerqué hasta ella, para rodearla y sentarme en el sillón que había a un costado, reposando mis manos sobre los brazos del sillón, acariciando la suave tela. Anya, mi pequeña Anya, ¿Me has visto alguna vez dar muerte a una persona que no sea de manera cruel, dolorosa e incluso macabra? Grito, lloro, suplico y todas esas estupideces que dicen los humanos cuando ven con sus propios ojos como la vida se les va de las manos. ¡Fue música para mis oídos! exclamé entre risas sádicas. De solo recordarlo hacía que mi mente trajera de nuevo aquellos gritos sintiendo aún el sabor en mi boca. Pero si quieres saber otra cosa me incliné en el asiento, llevando mis manos hasta su cuerpo, tomando su barbilla con mi mano derecho, acariciando su mejilla para luego afirmarla No le dí el placer que espero, una lástima. Pero no tenía ganas espeté fingiendo tristeza en mis palabras. La deseaba claro que sí, como cualquier mujer que me pusieran por delante, pero tenía gustos y aquella mujer no estaba en mis planes. ¿Y tú cena? La disfrutaste tanto como yo inquirí soltándola despacio, como si los segundos fueron eternos. Volviendo a recargar mi cuerpo sobre el sofá, estirando mis piernas para cruzarlas al final dejando mi vista fija en la chica.

Jamás podría resistirme a el, a sus movimientos y a sus palabras, es un orador nato es un hombre de inteligencia inigualable que curiosamente me transforma en su esclava y su reina a la vez; no soporto sentir que lo puedo perder aunque nunca lo hubiese tenido, pero Frederik es mas mío que de ninguna otra mujer en el mundo ..Ninguna ni siquiera el gran amor de su vida y su muerte de quien prefiere no hablarme , ni siquiera ella lo tendría como yo, ni le amaría de esta forma tan entrañable.

Cada movimiento es una invitación a rendirse, es por eso que somos un clan tan poderoso por que el mismo inspira ese poder, pero ese poder debo discutirlo por que el lo sabe jamás permitiré que nadie se meta en mi territorio y si tengo que enfrentarme con el lo hare, finalmente me enseño todo lo que se – No dudo que respetes la casa Frederik, pero que necesidad tienes de hacerla sentir como una dama si no es mas que escoria de la sociedad - y le seguí con la mirada mientras tomo asiento – sabes que no tolero eso y gustosa le hubiese arrancado yo misma la cabeza frente a ustedes pero comprendo que quisieras disfrutar con ella - y le clave la mirada en los ojos por que no quería ni un solo detalle ; alguna vez el me enseño que al conocer a tus enemigos podrías superarlos.

Exhale con un suspiro de deliciosa victoria al saber que no la había tocado, si hay algo que no se niega es que el no me miente ni yo a el es como si fuésemos uno solo y en un pacto sin voces nos juráramos lealtad y mas desde que Moritz se fue a su misión, por que han sido muchos los momentos que hemos pasado juntos sin estar pendientes de nadie mas, desde asesinar hasta cerrar un negocio – Cene una fresca jovencita, tal vez 16 años tendría, tan candida e inocente que nunca un trago fue tan delicioso como cuando se mezclo con el llanto, aun esta su cuerpo en la bodega del muelle , tengo que enviar a que la recojan y desaparezcan , no la traje hasta aquí por que era plato solo para mi…sabes lo que disfruto jugando con doncellas … por eso tu mujerzuela no me llamo la atención ni el apetito - y le sonreí de medio lado mientras me acurrucaba frente a el, para poderlo ver directamente y para no desperdiciar ni un segundo de sus miradas – lo que no comprendo es por Thomas ceno contigo cuando había dado a entender que estaba molesto por lo que vamos a hacer con los vampiros neonatos – le dije recordando el tema de sacrificara unos cuantos recién iniciados para que los Leblanc creyeran en una tregua, desafortunadamente mi hermano Thomas tiene demasiados escrúpulos como para escandalizarse con otra de nuestras maniobras.

Sus palabras eran dagas dispuestas a atravesar cualquier cuerpo, sin temor alguno, hasta desangrarlo dejando ver aquel líquido color rojo. Sonreí y apoye mi codo del brazo izquierdo en el brazo del sofá abriendo mi palma para descansar mi cabeza en ella. Cerré mis ojos mientras escuchaba con detalle su peculiar cena; había gozado de sangre pura, sin interrupción alguna ni nada que pudiera apartar su concentración. Podía estar así, en esta misma posición por años admirándola, viendo como iba progresando de manera eficaz y sin escrúpulos en su cuerpo. Una verdadera asesina, digna de llevar algún día el poder que recaería cuando tomara el trono del clan.

Una risa cómplice salió de mis labios cuando se refirió a la muchacha y darle una muerte rápida. Sabes muy bien que disfruto jugar con mis víctimas. Sentirse importante para todo humano es vital, desde su nacimiento ha sido un sentimiento de importancia latente llegando a todo con tal de ser reconocidos por escorias como su propia especie espeté con una muesca de desagrado al solo pensar en el comportamiento del humano, eran tan patéticos y predecibles. Volví mis ojos hacia el fuego abrasador, contemplando las llamas vivas que amenazaban con devorar todo a su alrededor. Y como buena gente, le hice el favor de que se creyera importante frente a los demás, al menos por unos minutos antes de que exhalara su último aliento comenté recordando el color de sus ojos, el temor que brotaba por cada uno de sus poros y la desesperación de ver como su vida se le iba de las manos.

Dirigí mi vista hacia Anya, mientras se acurrucaba a mis pies. Verla así haca que nuevamente mi cuerpo y mi mente libraran una batalla interna, tormentosa y dispuesta a todo. Era la única persona capaz de romper toda defensa con un simple movimiento de alguna de sus extremidades o una simple palabra que aquellos labios finamente decorados pudieran pronunciar. Suspire sonoramente cuando nuestro hermano Thomas salió en la conversación De nuestro hermano no te preocupes. Aún tengo que hablar con él sobre ese asunto además tengo algunas dudas, sospechas o como quieras decirle y no haré otro movimiento hasta haberlas aclarado afirmé fijando mi vista ella, esperando que entendiera que sería yo el encargado de arreglar aquel pequeño asunto. Quería mantener a Anya distante a esto, sabía que no podía del todo que estaría allí a pesar de mis palabras o de mis ordenes aún así la cuidaba de una manera que para cualquiera sería extraña o incluso loca, pero eso no importaba. Mi vista se clavo en la suya de manera penetrante, estire mi mano para que la tomara y se acercara.

Como que tenia dudas de Thomas .. dudas de que, si algo era cierto es que Thomas y yo nos llevábamos apenas unos 30 años y nos tratábamos como verdaderos hermanos , el no me había dicho nada aunque no puedo evitar pensar que me esconde cosas y en ultimas creo que todos tenemos derecho a guardarnos nuestras cosas , pero si Frederik habla de secretos es por que algo mas allá ocurre y yo no puedo quedarme fuera de ninguna cosa de la familia.. aunque lo daseara sencillamente no puedo - Dime que pasa con Thomas?? , tus palabras me intranquilizan, ya sabes que no me puedes esconder nada - y le sonrei mientras aceptaba gustosa la mano que me ofrecía acomodándome aun mas cerca de el pero sin incorporarme.

Las sombras que el fuego provocaba convertían en ambiente en un cómplice para nuestros secretos, nadie mas sabia nada de lo que nuestras cabezas guardaban, y recosté mi cabeza sobre sus piernas para que jugara con mi cabello mientras que con uno de mis dedos dibujaba figurillas en la palma de su otra mano - estaba pensado en algo, ya sabes que se acerca mi cumpleaños y quiero un regalo especial - levante la mirada que se torno fria y sin sentimientos, clavando mis ojos azules en el pardo de su rostro ... cuanto nos parecíamos , soy su copia, su imitador mas grande ... y como me encanta serlo; llevaba días pensando en que quería algo que marcara nuestra permanencia en esta ciudad ... que nos dejara disfrutar del pánico de la gente por unos meses aunque fuera, es que no entiendo por que nos tenemos que esconder de los humanos cuando ellos son los débiles del juego.

- Quiero una fiesta - proseguí - pero no una fiesta cualquiera, quiero una fiesta de sangre, muchos niños de banquetes, vírgenes de postre, quiero una fuente de sangre en la mitad del salón; y que vengan nuestros hermanos que se encuentran en Europa - mis palabras se plagaban de deseo, de satisfacción en solo imaginar que haría lo que mas esperaba - y luego quiero que arrojemos los cuerpos en la bahía ... y que sus aguas se tiñan de sangre arrastrando a tierra los cuerpos sin vida de quienes serán nuestra cena - termine por fin con mi pequeña lista de deseos y apoye la barbilla sobre su pierna y como si fuese intencional mi expresión se volvió cándida y me sentí como una niña pequeña- que piensas ?, crees que mi deseo se pueda cumplir ? .